COXCATLAN, Pue.- Se ha denominado “Porfiriato”, al periodo de la historia de México que comprende los años que van de 1877 a 1911, durante los cuales Porfirio Díaz ocupó la Presidencia de la República mediante las armas y terminó por establecer una dictadura militar que limitó las libertades y los derechos del pueblo mexicano. La formación y consolidación del régimen dictorial fue posible gracias a varios factores, como son el prestigio militar alcanzado durante la Guerra de Reforma y la Intervención Francesa y sobre todo por la demanda general de paz y orden del pueblo mexicano, el cual pensó que con una mano fuerte como la de Díaz se podría hacer cumplir la tan pisoteada Constitución de 1857. Con el apoyo del ejército, Díaz gobernó y pacificó a México, al par la nación sufre importantes adelantos: se construyeron varios miles de kilómetros de vías férreas, una extensa red telegráfica, se generaliza el uso de la energía eléctrica, se introduce el automóvil de combustión interna, nace la industria petrolera, textil, azucarera, minera, etc., en forma moderna, el comercio integra a todas las regiones capaces de exportar otros países y se usa el centenario como moneda de uso corriente. Sin embargo, la gran mayoría de la población vivía en condiciones de miseria, ignorancia y explotación. Situaciones que serian la causa y la decadencia del régimen.
Y ¿cómo era Coxcatlán en este periodo? Algunas breves pero sustanciosas reseñas nos las otorga don Joaquín Paredes Colín, que aunque no son exactamente de este periodo si son muy cercanas a estos tiempos. “hoy todos hablan español, visten como en las poblaciones de cierta importancia, según sus elementos de vida. Sus casas son de adobe y terrado sin que falten algunas de teja y aun algunos jacales. Son entusiastas por los acontecimientos políticos en los que siempre han tomado participación, razón por la cual el pueblo ha sufrido mucho en todas las revoluciones. Existen dos escuelas; una para niños y otra para niñas. Casi en el mismo pueblo existen las ruinas de Sansuanchi”.
Y continua diciendo: “los habitantes de Cozcatlán en su mayor parte se ocupan en las haciendas de la jurisdicción tales como Calipan que está a 3 kilómetros de distancia y Tilapa que dista como de 14 kilómetros, donde trabajan a jornal; hay algunos que hacen sus siembras en la orilla del pueblo o en terrenos de Tilapa que arriendan o toman en aparcería. También algunos se dedican a la arriería, transportando los productos de la Sierra a Tehuacán y regresando con mercancías a aquellos pueblos. Aunque sus huertas están descuidadas producen buenos mangos, de varias clases, sabrosas variedades de ciruelas, limas, naranjas, chico zapotes, etc., todo casi encomendado al cuidado de las mujeres que traen la fruta a este mercado.”
Acerca de la injusticias que sufrían los antiguos habitantes de Coxcatlán, el Gral. Bravo Izquierdo, afirma: “en los ingenios cercanos, es decir, Calipam, Coloalco y Tilapa, los españoles dueños pagaban sueldos raquíticos”, y prosigue contando que no eran tan conocidas las noticias nacionales debido entre otras cosas por la falta de comunicaciones. Aunque en este último sentido, por el año de 1903, había quedado establecida la comunicación telefónica entre la ciudad de Tehuacán y la villa de Coxcatlán.
Algo curioso que debemos tomar en cuenta para recordar y salido de la observación de las escasas fotografías panorámicas, de las muchas que debieron tomarse, así como de la conversación con personas de edad avanzada, siempre tan dispuestas a comentarnos algo, es que la Villa de Coxcatlán era pequeña comparada con su tamaño actual. Al este y al sur la Barranca Xoyolapa era el límite del pueblo, inexistentes por lo tanto las colonias que pasan este cauce de agua; al norte, la villa no llegaba ni al cerro donde se ubica la Capilla de El Calvario y por el oeste las últimas casas se perdían en el cruce de la Avenida Juárez y la calle que actualmente conduce al panteón, esta última era una simple vereda.
Si lo que pretendemos es conocer la situación de las comunidades pertenecientes al municipio, en la “Noticia de los pueblos, rancherías y haciendas que forman esta municipalidad” se describe algunas de ellas, muchas desaparecidas o actualmente en manos de otros municipios:
Venta Salada: ranchería de cien habitantes, una legua distante de la cabecera y al poniente de la misma.
Yoyotepec: ranchería de cincuenta habitantes, al mismo viento y una y media legua de distancia.
Cota: que se forma esta ranchería de la de Acultzingo y Dolores y Coloalco, rancho de labor, con cincuenta habitantes, su distancia son dos leguas, su situación al suroeste.
Tilapa, San José: ingenio de azúcar y aguardiente, su situación al sur, cuatro leguas de esta cabecera, al que se agrega la ranchería de Vigastepec, con doscientos cincuenta habitantes. Todas estas rancherías y hacienda están en llano y a la orilla del río, excepto Vigastepec que está en la cima de una montaña.
Chichiltepec: ranchería situada en montaña al sureste y u7na distancia de dos y media leguas con cincuenta habitantes.
Cohuapan: ranchería que se forma de las rancherías de Yohuacan, Xoxotla, Barranca Seca, Tevafempa, Texala y Cuizala situadas todas en falda de cerro y a orillas de río, al oriente de la cabecera, cuatro leguas distante y con doscientos habitantes.
Pala: ranchería situada al mismo punto sobre la montaña, con cuarenta habitantes y una legua de distancia.
Tepeyolo: ranchería situada a la misma distancia en una cañada al noreste con cincuenta habitantes.
Tequexpalco: a la misma distancia, también ranchería, de cuarenta y cuatro habitantes, sobre montaña y al norte.
Xacalco: compuesto de las rancherías de este nombre, Tecoltepec, Xolostepec y Ocotlamanic, tres leguas distantes con doscientos veinte habitantes, en falda de cerro y agregando Calpulhuacan; y al norte de la cabecera.
Calipam, Ingenio de San Francisco Javier: alguien agregó la ranchería de Ejecalepc, situada al norte y con una legua de distancia en falda de cerro.
En la ranchería de Pala hay dos ranchos pequeños situados en la cima de una dorada montaña, uno de ellos es Mezcalcórral.
Julio de 1880. El Presidente Municipal Juan N. Izquierdo