Por: Alejandro Vázquez Nájera
El sabotaje a la economía mexicana con los recortes al Presupuesto de Egresos de la Federación 2021 (PEF) por parte de Andrés Manuel López Obrador, la 4T y Morena, representan un crimen de Estado, que afecta a todos los sectores sociales, y especialmente a los más desprotegidos. Ochenta millones de pobres sufrirán las consecuencias de los recortes al PEF por parte de Morena y sus partidos satélites.
Las colonias y comunidades pobres nuevamente padecerán la falta de servicios públicos, porque Morena no considera prioritario destinar recursos para la construcción de obra pública, como agua potable, drenaje, electrificación, caminos, carreteras, escuelas, hospitales, espacios públicos, etc. El nivel de vida de los pobres de México seguirá deteriorándose ante la falta de solución a sus problemas ancestrales.
Y la misma suerte correrá el agro mexicano: no hay recursos asignados para financiar la adquisición de fertilizante para los campesinos pobres; tampoco para inversiones que conduzcan a la reactivación del campo en el país. Pero también se resentirá la atención a los servicios de salud y a la seguridad pública; los muertos por coronavirus, por influenza, por dengue, diabetes, tuberculosis, cáncer cérvico uterino, cáncer en todas sus modalidades, etc., se sumarán a los muertos generados por el crimen sin control que domina todas las esferas de la vida en México. Los diputados federales de Morena recortaron los fondos a estados y municipios, bloqueando la atención a la salud y a la seguridad pública. Los más de 200 mil muertos son el fruto de esta política genocida. El pueblo de México debe saber que el desabasto de medicinas para las enfermedades crónicas como el cáncer y la diabetes se debe a una política de Estado.
No es un error del presidente López Obrador haber dejado sin medicinas a los hospitales públicos; muy por el contrario, es una medida tomada con plena conciencia por el gobierno de la 4T, orillando a la gente a pagar de sus magros ingresos el costo de los medicamentos. La medida es neoliberal. Descarga sobre los hombros de los trabajadores la responsabilidad de costearse la atención de su salud. Dos ejemplos que reflejan la crueldad inhumana del gobierno morenista: no invirtieron en la adquisición de vacunas y la población sufre el desabasto. En los Centros de Salud y hospitales públicos no hay vacunas y las campañas para su aplicación no se están llevando a cabo.
Se está forzando a la gente a comprar las vacunas en el sector privado a precios muy elevados. Tampoco programaron recursos para la compra de la vacuna contra el Covid-19, condenando a millones de mexicanos a morir por el virus que azota a nuestro país y al mundo. Por si lo anterior fuera poco, el desastre ocasionado por las lluvias torrenciales en los miles de hogares de los habitantes de los Estados de Chiapas y Tabasco, publicado por las televisoras nacionales e internacionales, les ha demostrado a los miles de afectados que no deben esperar nada de los gobiernos de la 4T: ni los gobernadores ni el presidente de la República han hecho nada para ayudarlos. Los comentarios torpes e incoherentes sobre la situación de los damnificados de Chiapas y Tabasco por parte del presidente López Obrador muestran bien a las claras que el primer mandatario ha perdido el sentido de la realidad. Que vive en otro mundo. Que su sensibilidad se encuentra atrofiada, anestesiada, incapaz de reacción alguna. Y similar situación sufre el gobernador del Estado de Puebla Miguel Barbosa Huerta, también de extracción morenista.
Ante los recortes del presupuesto federal para el Estado de Puebla, no sólo no protesta y exige más recursos para sus municipios. Al contrario, él mismo les recorta todavía más a las comunas y ahora promueve una ley para controlar el uso de las participaciones municipales a los Ayuntamientos poblanos. Con la connivencia de los diputados de Morena, transgrede la autonomía municipal, obligando a los ayuntamientos a consultarle a él la programación y ejecución de las obras públicas en los municipios.
En el país, Andrés Manuel López Obrador y la 4T imponen una dictadura, transgrediendo la ley y gobernando en la ilegalidad. Ante las imposturas y despropósitos de Andrés Manuel López Obrador y la 4T, urge acelerar la unión, organización y educación de los trabajadores mexicanos, para que conozcan de cerca el verdadero rostro de Morena y se decidan de una vez por todas a castigarlo en las urnas, no brindándole ningún voto para el 2021. Por eso la consigna sigue siendo la misma: ¡En las elecciones de 2021, Morena tiene que ser derrotada!
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