Especialistas del Seguro Social solo recomiendan las papillas artificiales cuando se tenga que salir a un viaje largo.
Padres de familia ignoran que una nutrición correcta es la mejor herencia que les pueden dar a sus pequeños para su desarrollo.
Los alimentos con conservadores han llegado a formar parte de la alimentación de los mexicanos, y los pequeños en sus primeros años de vida no son la excepción, así lo afirmaron especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Puebla. Los médicos enfatizaron el cuidado, sobre todo, con las papillas artificiales y recalcaron sólo recurrir a ellas en casos muy extremos, ya que éstas no permiten desarrollar el sentido del gusto de manera correcta por los alimentos naturales y pueden causar afectaciones gastrointestinales
El Pediatra Neumólogo del Seguro Social, Arturo Martínez, aseveró que el tiempo limitado de los padres y madres de familia los ha hecho comprar alimentos con conservadores. El ritmo de la vida actual hace que ignoren que una nutrición correcta es la mejor herencia que les pueden dar a sus pequeños para su desarrollo, sobre todo, en sus primeros años de vida.
El especialista comentó que son más recomendables las papillas caseras y artesanales, ya que son preparadas con alimentos naturales con las medidas exactas. En el caso de los productos procesados, no permiten desarrollar el sentido del gusto y el intestino no alcanza a asimilar los probióticos naturales.
Aunado a lo anterior, el especialista anunció que el hecho de que trabajen padres de familia y tutores, no quiere decir que no puedan dedicarles 45 minutos para su preparación y en consecuencia mejorar su salud para el resto de su vida. El bebé comienza desde temprana edad a vivir sabores procesados, artificiales y al presentarse la combinación habrá un rechazo.
Las papillas industrializadas sólo son recomendables en casos muy extremos, por ejemplo cuando van a salir de viaje y por un corto tiempo para su preparación. A pesar de que la mayoría de la industria tiene controlado sus procesos, se debe tener cuidado en su higiene, fecha de caducidad; que esté sellado y consumir inmediatamente después de abrirlo, así lo mencionó Arturo Martínez.
Dentro de la preparación de una papilla se debe de tomar en cuenta el proceso higiénico y de esterilización para evitar infecciones en el tracto digestivo. Si se llega a verter azúcar, lo recomendable es que sea en cantidades mínimas, pues altera los sabores naturales de la papilla y no le permite al bebé adaptarse a los primeros sabores de las frutas y verduras. Por otro lado, si se refrigera una papilla, puede durar 24 horas.
Dentro de las frutas y verduras recomendadas para su preparación, se encuentran la manzana, pera, zanahoria y calabaza, los cuales permiten al pequeño conocer sus diferentes sabores y que no son agresivos a su paladar. Posteriormente, se va adicionando poco a poco los diferentes tipos de carne.
Por último, el especialista recomendó ser cuidadosos en el consumo de carnes, ya que antes de los cuatro meses es posible que desarrolle alergias. Por lo anterior, es importante que sea después de los siete m eses de edad y de preferencia, pollo o pescado.