Ante el imprevisto natural del pasado 19 de septiembre en México, la unión y solidaridad entre los mexicanos, fue la respuesta instantánea y eficaz que opuso resistencia a la tragedia, sin simulaciones y trabajando hombro con hombro, la organización civil pudo contrarrestar los daños ocasionados, desprendiéndose de lo poco o mucho que podía aportar, ejemplos hubo muchos y tratar de enumerarlos pudiendo dejar fuera a alguno, sería injusto, pues toda la ayuda aportó.
También estuvo presente la contraparte, los que aprovechándose de la necesidad y la circunstancia caótica, abusaron de la solidaridad de las personas y cometieron delitos como robos, asaltos, acaparamiento y hubo hasta quien quiso beneficiarse políticamente de la tragedia.
Tal fue la magnitud de la organización civil, que emergió del grosor de la sociedad, la exigencia a que los partidos políticos actuaran como verdaderas instituciones de interés público y “donaran“ (mejor dicho regresaran) los recursos que les asignó el INE para las elecciones de 2018, nadie en su sano juicio iba a permitir que se activara una campaña presidencial tan costosa, en las condiciones en que se encuentra el país y que se tornaron más críticas en los Estados afectados por los sismos.
En un principio el INE, salió a decir que era imposible desviar el recurso que constitucionalmente se designa a los partidos políticos para un objetivo específico, sus campañas, lo que provocó el rechazo de la sociedad.
Sin embargo, al darse cuenta de la dimensión y repercusión, que su insensibilidad social podría traer como consecuencia, optaron por declarar en voz de su presidente Lorenzo Cordoba, que habían encontrado el camino legal para poder dar respuesta a lo que todos los mexicanos exigían.
Asimismo, los principales partidos políticos, cada uno desde su trinchera, salieron a exponer diferentes propuestas, algunas de ellas viables y consientes de la necesidad que impera en nuestro país, otras, simple demagogia, para no echarse aún más en su contra, la animadversión de los ciudadanos.
Por ejemplo, el PRI renunció a 258 millones de pesos, que es el monto del financiamiento público de lo que resta de este año. MORENA se comprometió a donar el 50% de su presupuesto. El PAN dijo que renunciaría a todo aquello que legalmente no esté comprometido para este año, así como la renuncia total a su pauta de medios. El PANAL donará 20% de sus gastos de campaña y 6% de sus gastos ordinarios. El PVEM ofreció donar 25% de su presupuesto de 2017. Encuentro Social ofreció el 20% de sus recursos.
Solo Movimiento Ciudadano dijo que donará el 100% de su presupuesto, y el PRD no especificó cantidad aunque la Secretaria General del PRD, Beatriz Mojica, dijo que los partidos deben poner el 100% de sus gastos de campaña. Si esto no se queda sólo en palabras, el PRD donará 248.10 millones de pesos.
Resumiendo, el que prometió más dinero fue Movimiento Ciudadano 537.02 millones de pesos y el que prometió menos fue el Partido del Trabajo, con tan sólo el 20% de su presupuesto asignado a campañas, apenas 23.68 millones de pesos.
En cuanto a porcentajes, los partidos Encuentro Social y Movimiento Ciudadano, fueron quienes más ofrecieron, con el 100% de su presupuesto y el que menos ofreció fue el PT, que sólo donará el 6% de su presupuesto total.
Como podemos observar los partidos políticos salieron a exponer su conciencia social y sensibilidad humana, devolviendo dinero que reciben del erario, es decir, de nuestros bolsillos, intentando con ello convertirse ante los ojos del ciudadano como auténticas instituciones de “interés público” que velan por el bienestar de la sociedad y de quien más lo necesita.
Sin embargo, a la fecha nadie ha aclarado, si se ha dicho, cuando y bajo que procedimiento los partidos van a realizar esas “donaciones”, son respuestas que nadie conoce, prometieron donar dinero de campaña, que van a recibir hasta el mes de febrero del próximo año y muchos otros como el PAN dinero de cosas intangibles como todo aquello que legalmente no esté comprometido para este año.
Una vez más, los mexicanos hemos sido testigos de las artimañas de los Partidos Políticos, para hacernos creer, que en verdad les importa ayudar a resolver la grave crisis que viven, los miles de damnificados por los sismos, cuyo futuro nadie conoce y conforme pase el tiempo quedarán en el olvido de las autoridades.
El pueblo mexicano está harto de simulaciones, exigimos transparencia y optimización en el manejo de estos recursos, son alrededor de 1903.18 millones de pesos que no debemos permitir se pierdan en el discurso político y que se convierta en otra mentira más de los partidos políticos. Nuestro voto el primer domingo de junio de 2018,será el mecanismo para castigar a los que una vez más mintieron, sin la mínima intención de atender la demanda de la mayoría de los mexicanos.