El servicio se brinda en el Hospital General de Zona 1A “Dr. Rodolfo de Mucha Macías”, donde se han realizado más de 1,800 curaciones de 2015 a la fecha.
Con apósitos interactivos de alta tecnología se favorece la cicatrización y se evitan secuelas que deriven en discapacidad.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) cuenta con el Servicio de Manejo de Heridas y Estomas para la atención de pacientes con diabetes que sufren heridas crónicas y de difícil cicatrización, con la finalidad de que su recuperación sea más pronta y se reincorporen a sus actividades cotidianas sin secuelas o alguna discapacidad.
Este servicio se ofrece en el Hospital General de Zona (HGZ) 1A “Dr. Rodolfo de Mucha Macías”, que se ubica frente al parque de los Venados, mediante prácticas avanzadas en materia de curación, para atender a derechohabientes que sufren úlceras en pies o brazos a causa de la diabetes, además de aquellos afectados por quemaduras.
Mediante la aplicación de apósitos interactivos de alta tecnología se favorece la cicatrización en menor tiempo, lo cual permite que los pacientes con heridas crónicas se reintegren más rápidamente y sin problemas a su entorno familiar, social y laboral.
Norma Angélica Sánchez Alarcón, jefa de enfermeras y responsable del servicio en dicho hospital, indicó que de 2015 a la fecha se han realizado más de mil 800 curaciones de este tipo y que diariamente se atiende hasta 34 pacientes, entre los que están internados en el HGZ 1A y aquellos que han sido dados de alta y regresan para continuar con las curaciones.
Añadió que la capacitación constante del personal ha permitido que se pase de la curación tradicional con agua y jabón, a la cura en un ambiente húmedo; es decir, a la aplicación de nueva tecnología.
Con ello, apuntó, se favorece la cicatrización y se evitan secuelas que pudieran derivar en discapacidad en los derechohabientes. Además, el tratamiento reduce el tiempo de hospitalización de ocho a tres días en promedio, lo que permite al paciente continuar su recuperación desde el hogar, previa capacitación a los familiares para el manejo correcto en la limpieza de la herida.
Sánchez Alarcón dijo que los pacientes con lesiones expuestas por problemas digestivos y urinarios representan un desafío para el IMSS, ya que requieren de intervenciones específicas y cuidados de personal capacitado en el manejo de estomas, así como detección oportuna de complicaciones tempranas y tardías.
José Ignacio trabaja en una empresa de aire acondicionado, su labor le exige cortar y doblar lámina constantemente, y se acostumbró a sufrir cortadas leves sin solicitar atención médica, pero todo cambió cuando pisó un clavo y, con el paso del tiempo, la herida creció hasta el punto de impedirle caminar.
Acudió al HGZ 1A del Seguro Social. Tras diversos estudios, los médicos le informaron que padecía diabetes, la cual había desarrollado por un espacio de 10 años y que, debido a la gravedad de la lesión en su pie y el avance de la infección, había una amplia posibilidad de amputarle la pierna hasta la rodilla.
En el Servicio de Manejo de Heridas y Estomas se realizó una intervención para buscar que su pie y la pierna sanaran. De manera constante le realizaron limpieza de manera tradicional y con apósitos de alta tecnología, que favorecieron la adecuada cicatrización de las heridas y al tercer mes de atención recibió la noticia: no perdería su extremidad y, en algún momento, podrá dejar la silla de ruedas y salir del hospital caminando.