El expresidente municipal Eliseo Lezama Prieto, afirmó que en su administración el museo de mineralogía si registraba visitas, resultado de la inversión que hizo
en su Trienio para promover lugares de interés general que se tienen en el municipio e inclusive en la región.
La cultura es una parte esencial que debe atender el gobierno y la misma Ley Orgánica Municipal lo establece, que como presidente municipal tiene la obligación de resguardar los valores de la comunidad, las costumbres, promover la cultura, acercarla a la población, porque de esta manera se fomenta la convivencia social.
Había presupuesto robusto y turibús
Recordó que quienes participaron en su administración, antes de que esta iniciara, tenían un planteamiento de trabajo, un plan de actividades anual y junto a este programa operativo anual, había un presupuesto con el que haría realidad lo que estaban programando.
En el área de cultura habían proyectado un presupuesto fuerte, un promedio de diez millones de pesos anuales, este incluía el festival de la ciudad; del mole de caderas; en septiembre para la comuna no solo era el mes patrio, el 30 de septiembre entregaban la medalla a Morelos, que era de oro y se condecoraba a personas que habían sobresalido de Tehuacán o en otro lugar de la república mexicana, se tenía una cartelera especial para ese día.
En abril el alcalde desayunaba con los niños todos los días, lo hacía principalmente con estudiantes de juntas auxiliares y colonias de la periferia, que tienen pocas posibilidades de viajar en el turibus el que abordaban para hacer el recorrido; lo hacían para que los menores tuvieran conciencia que una buena autoridad tiene que hacer una buena gestión, pero también para que quienes viven en la ciudad, en la junta auxiliar, conozcan la historia y tengan el sentido de la pertenencia y no hicieran como otros que le llamaban Tehuaranch, cuando Tehuacán es una ciudad importante a nivel nacional.
Lezama Prieto afirmó que el presupuesto iba encaminado a promover la ciudad en los estados circunvecinos, ahí se difundía el museo del maíz, porque estamos en la región donde se domestico el maíz y es una parte fundamental para la humanidad, no solo para México y Latinoamérica, sino así como los orientales proveyeron de arroz a la humanidad, igual lo hizo esta región que es importante en el territorio nacional.
La difusión al museo de mineralogía se daba porque si bien no es propio del municipio, pero si de un científico que dedico toda su vida a la investigación, un empresario exitoso que hizo la donación a través de su familia por medio de un comodato.
Por eso en su administración durante el año los niños iban a conocer el museo del maíz y de mineralogía a donde en un mes llegaban alrededor de 40 personas por día.
En vacaciones de Semana Santa, traían el turibus y durante este tiempo repartían folletos de los lugares que podían visitar y entre estos estaban los museos; se tenía un programa donde se promovían tres rutas de la montaña, la ciudad y de Zapotitlan Salinas.
Se hacía promoción y el museo de mineralogía era visitado, la gente que llegaba a Tehuacán, venía con el interés de degustar el mole de caderas, llegaban embajadores de distintos países a quienes le mostraban los minerales del museo, única colección completa en América Latina, conocían el maíz prehispánico que hay en el museo del Valle de Tehuacán, así como otras piezas que forman parte de la cultura de esta zona, los llevaban a Zapotitlan Salinas para conocer las cactáceas, a Peñafiel para estar en las grutas y el manantial.
El museo de mineralogía, una parte de la identidad de Tehuacán
El museo de mineralogía, era una parte de la identidad de esta ciudad, donde muchos jóvenes acudían a visitarlo para hacer trabajos de investigación; por eso durante estos años en que la familia del doctor Miguel Romero lo presto a Tehuacán, permitió que este espacio se convirtiera en una parte de esta ciudad, en un referente, uno de los lugares a visitar.
Hoy dijo Eliseo Lezama, se conoce el desenlace, hubo una carta de la doctora Margarita del Sobral y Campa dirigió al Gobernador del estado donde agradece la atención que tuvo para con el museo.
Pero aparte hubo otra que envió a la presidenta municipal y de la cual el profesor Bernardo Pozos desconocía o no quiso hablar o pensó que no iba a salir a la luz pública, donde le explica la doctora Margarita Martínez, que al incumplir ciertos numerales del contrato comodato, tomó la decisión de darlo por terminado, no sin antes citar que antes el ayuntamiento ya había hecho por escrito, también por medio de un oficio, donde le informaban la no aceptación del pago del seguro y la disposición de regresar a la Doctora Margarita Martínez el museo de mineralogía.
Este es un error histórico, de poca sensibilidad en la toma de decisiones en favor de la cultura en Tehuacán y de lo que representa un museo.
Ante todo esto, el gobernador Rafael Moreno Valle ha tomado la decisión de que los minerales sean llevados al Museo de la Evolución y será un magnífico lugar para lucir esas piezas.
Si hubiese tacto político, diplomacia del ayuntamiento este podía conversar con cualquier ente político- social-religioso y aunque se tengan diferencias personales, hubiera dialogado para que el museo se fuera a un mejor lugar, pero no lo hizo, la decisión que tomo fue de, “ya no se venden las tortillas, cierren el departamento de tortillas”. Hoy la historia es distinta y los tehuacaneros, gente de toda la región el país y extranjero, podrán visitar este museo en un nuevo lugar.