El asesinato de los sacerdotes Alejo Nabor Jiménez Juárez y José Alfredo Suárez de la Cruz, el primero oriundo del municipio de Zoquitlan, ocurrido en Poza Rica Veracruz, causó indignación y preocupación entre familiares y conocidos de los clérigos que fueron víctimas de la inseguridad que hay en ese estado.
El párroco de la iglesia de Fátima, fue trasladado a la ciudad de Puebla donde sus familiares le dieron el último adiós, no sin antes dejar en claro que el artero crimen no fue porque estuvieran ingiriendo bebidas alcohólicas como lo señalara un fiscal del citado, estado, es resultado de la inseguridad que existe.
Sobre la inseguridad que hay para con sacerdotes, el Departamento de Estado de Estados Unidos, ya había alertado a las autoridades de México de la violencia en contra de ministros de culto de las distintas religiones.
El documento emitido señala que hay preocupación por las amenazas contra monjas católicas y los abusos denunciados en contra de evangélicos y cristianos.
Celebró su cumpleaños en Zoquitlan
Anastasio Hidalgo Miramón quien ha prestado sus servicios sacerdotales en distintas parroquias de la sierra negra, recuerda que él conoció al Presbítero Alejo Nabor Jiménez Juárez desde que era niño; vivía en Zoquitlan y después lo volvió a ver cuándo ingreso al entonces Seminario Regional del Sureste (Seresure), al cierre de este y como mantenía amistad con el entonces obispo de Papantla, Lorenzo Areguyín Cárdenas, se trasladó al seminario de esa diócesis, donde fue ordenado.
El padre Alejo Jiménez Juárez, tenía 50 años de edad, inclusive su cumpleaños lo celebro en Zoquitlan hace aproximadamente tres meses, estuvo acompañado por familiares y conocidos que tenía tanto en ese municipio como en esta ciudad.
El Padre Alejo dice, estuvo una temporada en la parroquia de Ixtamalco Veracruz, población que se encuentra colindante con Puebla; gente de esta ciudad lo conoce porque aquí curso una parte de sus estudios como seminarista, su pérdida ha causado consternación entre sus amistades y sacerdotes.
Emite comunicado la diócesis de Papantla
Sobre el asesinato de los dos sacerdotes, la diócesis de Papantla a través de su cuenta de Facebook emitió un comunicado firmado por el obispo de Papantla Monseñor José Trinidad Zapata Ortiz, señala lo siguiente:
Con profundo dolor comunicamos a todos, el sensible fallecimiento de nuestros hermanos sacerdotes Alejo Nabor Jiménez Juárez y José Alfredo Suárez de la Cruz quienes fueron sustraídos durante la noche de la parroquia de Fátima y sus cuerpos fueron encontrados masacrados el día de hoy 19 de septiembre en el paraje conocido como la curva del diablo entre Poza Rica y Papantla.
Lamentamos profundamente la perdida de estos sacerdotes que primero fueron secuestrados y luego asesinados. Estamos muy consternados por esta noticia y en oración por su eterno descanso. Una vez más comprobamos que la violencia y la inseguridad se han enraizado en nuestra sociedad. Esperamos que las autoridades esclarezcan el crimen y que la pérdida tan lamentable de estos hermanos nuestros sirva para que llegue la paz que tanto deseamos, así como vocaciones sacerdotales para seguir la misión evangelizadora de la Iglesia.
Condenamos toda forma de violencia y oramos por la conversión de quienes olvidan que somos hermanos y provocan sufrimiento y muerte. El camino de la violencia y del crimen engendra más violencia. Ojalá que quienes han entrado en esta espiral se den cuenta de que van en un camino equivocado. Dios no quiere la muerte, ni la violencia, ni la injusticia. Dios quiere la vida, Dios quiere que todos vivamos con justicia, con dignidad y en paz. Dios no quiere la muerte del pecador, sino que se arrepienta y viva (cfr. Ez 18, 21-28).
En nuestra Provincia de Veracruz hemos estado insistiendo en la oración por la paz. Invito a todos a ponernos en oración por México.