El 7 de junio de 1951 el entonces presidente de la República, licenciado Miguel Alemán oficializó el Día de la Libertad de Expresión. Tehuacán tiene una historia periodística de 150 años, ya que en fue en 1859 cuando salió a la luz pública el primer periódico editado en esta ciudad: La Aurora, que dirigió el general del ejército conservador Miguel Piña. Es probable que anteriormente hubiesen circulado otros periódicos, pero éste el primero del que se tiene memoria dentro de la historia del periodismo local.
Uno de los hombres que forjaron los cimientos de esta noble actividad fue sin duda alguna don Luis Castillo Gámez, quien a lo largo de más de 80 años estuvo dedicado en cuerpo y alma a su más grande pasión: el periodismo. Por este motivo me permito presentar su biografía que, aunque sea de manera general, nos mostrará cómo se forjaban antaño quienes se dedicaban al periodismo.
El 24 de octubre de 1996 rindió tributo a la madre tierra don Luis Castillo Gámez, cuando acababa de cumplir cien años de fructífera existencia. Fue un hombre reposado, amable, que vivió la mayor parte de su visa envuelto en los olores de la tinta y el papel. Fue un periodista constante y de provincia... Tal fue su principal mérito nos dice atinadamente don Salvador Cruz.
Esta fue la última fotografía que se le tomó a don Luis Castillo Gámez, cuando cumplió cien años de edad, estando en la intimidad de su hogar.
Don Luisito –como lo llamaron todos aquellos que lo trataron- vio luz primera en esta ciudad un 24 de agosto de 1896, siendo sus padres el ameritado maestro carpintero don Julio Castillo Moreno y doña Ignacia Gámez Rodríguez. Realizó sus estudios primarios en la escuela municipal de niños Ignacio Manuel Altamirano, teniendo como profesores a los destacados, doctor Joaquín Paredes Román, Pascual González Aragón y Trinidad Bolaños.
Siendo muy joven entró a trabajar a la imprenta El Comercio, propiedad de don José A. Ruiz, teniendo como gerente a don Arnulfo García Ramírez. En sus ratos libres aprendió la teneduría de libros con don Feliciano Dávila. Esto le permitió llevar la contabilidad en varias casas comerciales y cuando el profesor don Porfirio O. Morales estableció en esta ciudad el afamado Instituto Politécnico se convirtió en experto taquígrafo,
A los 18 años de edad fue testigo del movimiento revolucionario y específicamente de aquellos episodios en que Tehuacán fue cruentamente atacado por las fuerzas de Higinio Aguilar y compañía en el año de 1914. Esto fue determinante en su vida, ya que el entonces joven Luis Castillo comprendió que las injusticias no sólo se podían combatir con las armas y que existía otra que también lo lograba: El periodismo.
Su primer contacto con esta actividad fue cuando apenas alcanzaba los 20 años de edad, al colaborar con la Revista Semanal, dirigida por don José Antonio Montero, con el cuento Los Reyes Magos en la Mansión del Pobre, el cual ganó un premio. A partir de ahí inició su carrera periodística fundando el periódico La Semana al lado de don Porfirio O. Morales. Esta publicación representó una de las mejores etapas del periodismo local en la década de los años veinte.
Don Luis Castillo dijo que el periodismo cuando se ejercía honradamente era una actividad que no daba para vivir de ella, por ello siempre la alternó con otra actividad propia de su profesión contable; a raíz de ello el 22 de agosto de 1928 ingresó a la Oficina Federal de Hacienda, donde desempeñó varios cargos, además de ser jefe de las Oficinas Subalternas de Hacienda en Magdalena, Sonora y Mixcoac. Además fue corresponsal de prensa en los diarios El Hombre Libre y Novedades.
En 1982, cuando La Escoba cumplió 50 años de vida, el genial Jorge Carreño realizó esta magnífica caricatura de don Luis Castillo como un homenaje a uno de los pilares del periodismo tehuacanero.
Posteriormente don Luis adquirió una pequeña imprenta con la cual editó varios periódicos, entre los cuales destacaron La Sátira, Redención, Plenitud y Argos, de este último fue su director en su última etapa. En 1932 junto con Roberto López Reyes, Leobardo Paredes y don Julio Castillo fundó el semanario de combate La Escoba que se convertiría en el Decano de la Prensa Regional al lograr una existencia de 51 años, y que a la fecha es la publicación más longeva dentro de la historia del periodismo tehuacanero. Por cierto que el nombre de La Escoba fue idea de don Luis, cuando al encontrarse trabajando en Hacienda observó cómo el afanador barría con esmero las oficinas y para sus adentros dijo: “Tehuacán necesita algún periódico que “barra” con todos los abusos e injusticias que ocurren a diario”
Su pasión por el periodismo lo llevó a seguir escribiendo en su siempre querida Escoba, y cuando ésta dejó de circular en el año de 1984, continuó echando a volar su pluma con algunas poesías; la edad nunca significó un impedimento para él, con asombrosa lucidez y con un siglo a cuestas, participó como coautor en el libro Imágenes y Remembranzas, que hoy representa un ícono dentro de la historia gráfica contemporánea de nuestra ciudad.
La madre tierra lo reclamó exactamente un mes después de haber alcanzado su última meta: llegar a los 100 años de edad y al lograrlo dejó tras de sí una vida llena de enseñanza que sin duda representa un valioso ejemplo para la actividad periodística de Tehuacán que en el presente logró alcanzar 150 años de pujante existencia.