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LA FAMILIA DEL MORAL.


El Siglo de Oro para Tehuacán fue sin duda el XVIII, ya que en el se edificaron la iglesia del Carmen, la Parroquia de la Concepción –hoy Catedral-, la capilla laica del Calvario con sus 14 estaciones o ermitas y la iglesia-hospital de San Juan de Dios. En tres de ellas tuvo mucho ver la familia Del Moral, una de las de mayor raigambre que ha existido en Tehuacán.

Sabemos de su gran aporte moral y pecuniario para la construcción de la Iglesia y Convento de la orden de los Carmelitas Descalzos, sin duda alguna la edificación colonial más bella e importante con que cuenta Tehuacán; también la familia Del Moral se encargó de levantar la capilla del Calvario con sus ermitas junto a la capilla de Guadalupe.

Debido a que el archivo de la familia ha sido custodiado por sus descendientes ha sido arduo atisbar el linaje de los Del Moral. La única persona que sabemos tuvo la suerte de consultar este archivo fue el señor doctor don José Joaquín Izquierdo Raudón, cuando realizó una investigación sobre el médico poblano Juan N. Raudón, quien en 1833 llegó a Tehuacán para combatir la epidemia del cólera; después fue titular de la capellanía del Calvario; posteriormente su hija Dolores Raudón contrajo nupcias el 30 de diciembre de 1834 con el señor José María del Moral y Sánchez. A la muerte del doctor Raudón, ocurrida el 22 de enero de 1843, fue sepultado en la capilla principal de este lugar. Quien le permitió ver el acervo al doctor Izquierdo fue doña Concepción Paredes viuda de don Ambrosio del Moral, personaje muy querido en esta ciudad y a cuya munificencia se debe la creación de la primera colonia urbana de Tehuacán, la Hidalgo.

El motivo de estas líneas es para recordar a un personaje que tuvo la grandeza del haber comprometido todo su capital –consistente en seis prósperas haciendas- y cederlo generosamente para construir la iglesia, convento y huerta del Carmen; nos referimos a don Juan del Moral Díaz de Tovar, oriundo de la villa de Cuerva, en la provincia de Toledo, España y también es de justicia reconocer la labor de su esposa, doña Ana María Beristáin Riverol, natural de Guipúzcoa, España; entre ambos aportaron el dinero suficiente para la fundación del Carmen y a su muerte dejaron la responsabilidad en sus hijos, Juan, Domingo y Joaquín José, este último nacido en Tehuacán el 20 de agosto de 1694 y fue quien concibió la idea de fundar El Calvario con sus 14 ermitas.

Otro miembro distinguido de esta familia fue el bachiller don Juan Anselmo del Moral y Castillo de Altra, quien fue hijo de don Joaquín José del Moral y Beristáin y doña Antonia del Castillo y Altra, nacida el 22 de diciembre de 1701 en la entonces villa de Córdoba, Veracruz. El bachiller del Moral se destacó por haber pronunciado el sermón con motivo de la dedicación y estrenas de la Iglesia y del convento de Carmelitas Descalzos de Tehuacán celebrado el 19 de enero de 1783, por ello se le ha considerado como el primer cronista que tuvo esta ciudad.

Otros miembros de esta ilustre familia fueron don José Mariano del Moral y Sarabia, nacido el día 4 de abril y bautizado el 17 de marzo de 1763 en esta ciudad; se encargó de darle a Tehuacán su primer medidor de tiempo, al donar un reloj solar que en el año de 1810 mandó colocar en la iglesia parroquial; este reloj aún se conserva en la parte poniente del enverjado de la Catedral.

El Ilustrísimo Monseñor Doctor don José Joaquín del Moral y Sarabia fue prelado del Santo Padre y canónigo de la Santa Iglesia Metropolitana de la ciudad de México. Desde luego que la familia Del Moral fue muy numerosa y por ende sus ramificaciones muy extensas, las cuales podremos conocer cuando se pueda acceder a su archivo familiar.

El presbítero don Juan del Moral y Beristáin, hijo del fundador del Carmen, falleció el 1 de noviembre de 1741, poco meses antes había dado poder a su hermano, el también presbítero Domingo del Moral y Beristáin, para testar en su nombre, con el encargo de que facilitara 50 mil pesos más a los carmelitas descalzos y que fuera sepultado en el convento de San Francisco de esta ciudad, en espera del traslado de sus restos junto con los de su madre, doña Ana María Beristáin, que también reposaban allí, al templo carmelita cuando este fuera edificado, cosa que así ocurrió tal y como lo demuestra el hallazgo de los restos de madre e hijo durante las obras de reconstrucción de la iglesia del Carmen, después del sismo ocurrido en 1999. La tumba estaba cubierta con la losa de piedra que tiene la inscripción del entierro de ambos y se colocó junto al Altar Mayor.

Don Joaquín José del Moral y Beristáin al construir El Calvario y sus ermitas decidió que quedara en calidad de capilla laica o independiente de la Mitra y por ello esta importante construcción no quedó sujeta a las leyes de desamortización de los bienes de la Iglesia decretadas por Benito Juárez. El Calvario empezó a construirse el 21 de junio de 1759 y años más tarde cuando se terminó, a todos maravilló la belleza de las tres capillas nombradas, Del Santo Entierro, de Nuestra Señora de la Soledad y de Nuestra Señora de la Piedad; además se construyó una cuarta capilla que era destinada para la oración y meditación, además de un pasillo que daba a un enorme sala destinada para retiros espirituales.

Existe la creencia de que El Calvario nunca se terminó y que por eso se le conoce como Las Ruinas, pero la verdad es que todo este magnífico conjunto arquitectónico sí se concluyó, aunque no se sabe la fecha exacta, y desafortunadamente durante la revuelta armada ocurrida entre 1911 y 1915 sufrió graves daños gran parte del edificio, ya que la soldadesca pensando que en las capillas había dinero enterrado, se dedicó al saqueo indiscriminado, dejándolas convertidas en verdaderas ruinas. Después de estos lamentables sucesos El Calvario fue prácticamente abandonado y nunca volvió a reconstruirse ni mucho menos se le dio mantenimiento a lo que había sobrevivido a tan inmisericorde ataque, iniciando de esta manera su deterioro paulatino.

Fue hasta el año de 1987 cuando el ayuntamiento de Tehuacán presidido por don Edilberto García Paredes decidió comprar las Ruinas del Calvario a la señora María del Carmen del Moral de León y declararlas patrimonio municipal y gracias a ello en la actualidad un grupo de tehuacaneros han decido rescatarlas del ignominioso estado en que se hallan para entregar este predio a la ciudad, lo cual es loable a todas luces, ya que este espacio representa la preservación no sólo de un conjunto arquitectónico religioso que fue un verdadero orgullo para Tehuacán, sino también el rescate de nuestras raíces prehispánicas, ya que a inicios de los años cincuenta, cuando se construía el quiosco del parque Guadalupe, fueron hallados ídolos y otras figuras pertenecientes al periodo Preclásico, entre ellas restos de lo que había sido el juego de pelota Y si continuamos hurgando en la historia de este terreno, recordamos que en la década de los veinte, en este mismo sitio fue encontrado un enorme molar que perteneció a algún animal prehistórico. En fin, creemos que es deber de nosotros los tehuacaneros pugnar porque El Calvario se dignifique y vuelva a convertirse en un auténtico símbolo de esta ciudad de las granadas, ya que su importancia así lo determina.

GENEALOGÍA DE LA FAMILIA DEL MORAL

Línea Directa: Domingo del Moral contrajo nupcias con Ana de la Plaza, ambos naturales de Toledo, España; tuvieron tres hijos de nombres Domingo, Antonio Manuel y Andrés del Moral de la Plaza.

1674

1ª Generación.- Andrés del Moral, natural de Toledo, y de la Plaza casó con María Díaz de Tovar, natural de Maltrata, Veracruz; de esta unión nacieron María, Juan, Ana y Andrés del Moral Díaz de Tovar.

2ª Generación.- Juan del Moral Díaz de Tovar casó con María Beristáin; tu vieron como hijos a Antonia, Juan, Domingo, Andrés, Joaquín José, Ana y Manuel Ignacio del Moral Díaz de Tovar.

3ª Generación.- Joaquín del Moral y Beristáin casó con Antonia María Castillo de Altra; tuvieron como hijos a Joaquín Francisco, Juan Anselmo, José Antonio y Ana María del Moral y Castillo de Altra

4ª Generación.- Joaquín Francisco del Moral y Castillo de Altra casó con María Guadalupe Sarabia; tuvieron como hijos a José Joaquín, José Nicolás, Mariano José, Joaquina, María y Rosalía del Moral Sarabia.

5ª Generación.- Mariano José del Moral y Sarabia casó con María Luisa Larrasquito y Rabanillo, procreando 9 hijos cuyos nombres son Joaquín María, Manuel, José María, Luis, Luisa, Josefa, Rafaela, Ana María y Juan del Moral y Larrasquito.

6ª Generación.- Manuel del Moral y Larrasquito casó con María Antonia Nieva, procreando como hijos a Francisca, María del Refugio, Ramón, Manuel, Rafael, José María, Magdalena y Nicolás Mariano del Moral Nieva.

7ª Generación.- Manuel del Moral Nieva casó con Ana García Heras, procreando como hijos a Ramón, Manuel y Rafael.

8ª Generación.- Manuel del Moral García Heras casó con Amalia Romaña Caballero de los Olivos procreando cuatro hijos de nombres Ana María, Amalia, Leonor y Manuel del Moral Romaña.

9ª Generación.- Manuel del Moral Romaña casó con Clotilde Díaz Imbert; tuvieron 14 hijos de nombres José Manuel, Leonor, Concepción, Teresa, Luz, Ana, Antonio, Angelina, Celia, Ramón, Ignacio, Carmen, Lucía y Luis del Moral Díaz.

10ª Generación.- Leonor del Moral Díaz casó con Eduardo Jiménez Gómez; de esta unión nacieron José Eduardo, Víctor Manuel, Alejandro y Juan Alberto Jiménez del Moral.


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